CAPITULO 87
Sin siquiera darse cuenta, estaba regresando por donde había venido y sus lágrimas no habían resistido más y ahora caían por su rostro, jamás había imaginado que el perder a la persona que amas más que a nada en el mundo doliera tanto, sin haberlo pensado llego a casa de Paula, no sabía porque lo hizo pero se bajó y comenzó a timbrar seguidamente hasta que salió Alejandra y lo vio ahí, completamente destrozado.
Sin siquiera darse cuenta, estaba regresando por donde había venido y sus lágrimas no habían resistido más y ahora caían por su rostro, jamás había imaginado que el perder a la persona que amas más que a nada en el mundo doliera tanto, sin haberlo pensado llego a casa de Paula, no sabía porque lo hizo pero se bajó y comenzó a timbrar seguidamente hasta que salió Alejandra y lo vio ahí, completamente destrozado.
-¡Pedro! Dios santo… ¿Que paso? ¡Entra!- le dijo y él ni siquiera se movió
de ahí
-¡La amo!- grito y se sintió bien por al fin decirlo en voz alta, por
aceptárselo a alguien.- La amo pero… ahora la perdí.
-Oh Pedro…- le dijo Ale abrazándolo de forma maternal y él le devolvió
el abrazo-¿Quieres contarme que paso? ¿Son las 3:00am quieres explicarme?
-Ale… fui a Canadá… ¡No sé cuándo! No sé si es antier, ayer, hoy… no
tengo noción del tiempo ahora… pero fui porque… porque la amo y solo quería
decírselo y disculparme por hacerla sufrir pero ella… tiene novio ahora y lo
ama.
-Oh no… cariño… realmente lo siento, ven, entra y explícamelo todo…
Pedro le conto todo lo que había pasado, desde cómo se había enamorado
tanto de ella, sobre lo idiota que fue al hacerla sufrir tanto, hasta el
momento en que ella le dijo que amaba a Alan y él se fue…
-Yo debería ser feliz porque ella es feliz pero… no puedo evitar pensar
en que… lo arruine todo, la perdí por miedo al amor… y ahora no hay nada más
que quiera que amarla y recuperar su amor… ella es todo lo que necesito…- dijo Pedro
con una voz llena de dolor.
-El amor todo lo puede, si realmente la amas entonces tienes que luchar
por ella y no…- se quedó calada porque su celular comenzó a sonar, lo tomo y se
sorprendió.- es Paula.
-No le digas que estoy aquí...-pidió Pedro y Ale asintió y contesto el
teléfono.
-Mi amor… hola pequeña.-le dijo Ale y escucho como Paula no podía
contener el llanto
-Mami… mami… te necesito, estoy de vacaciones y quiero pasarlas contigo…
yo…ya no puedo con esto…- le Paula y Ale sintió que su corazón se partía de
escuchar a su hija con tanto sufrimiento
-¿Mi vida que pasa? Claro que puedes venirte, mañana mismo si es
necesario, pero explícame…- le pidió
-No ahora… mañana arreglare todo para irme, Gonzalo ira conmigo
obviamente… te amo…- le dijo y luego colgó el celular
-Mañana tomara un vuelo para acá… quiere pasar las vacaciones conmigo.-
le dijo Alejandra y Pedro escondió su rostro en sus manos.
-No le digas que te conté todo esto, mucho menos que la amo… solo dejémosla
ser feliz con Alan.- le pidió Pedro y luego se puso de pie.- debo irme Ale,
muchas gracias por escucharme.
-Pedro… cuando Paula llegue te avisare… y tú, con todo el valor del
mundo le dirás lo que sientes por ella…- le dijo Ale y Pedro, sin poder decir
nada más, asintió.
-Adiós Ale.- le dijo y luego se fue de la casa.
-Pedro hijo, no creí que llegarías hoy a la casa…- le dijo Horacio a su hijo al día siguiente por la tarde
-Pedro hijo, no creí que llegarías hoy a la casa…- le dijo Horacio a su hijo al día siguiente por la tarde
-Así es papa… digamos que las cosas no salieron muy bien…- le dijo Pedro
deprimido y Horacio frunció el ceño.
-¿Qué pasa?-pregunto interesado y Pedro suspiro.
-Que la amo… eso es lo que pasa.- le respondió Pedro
-No le veo problema a eso… ella también te ama.- respondió Horacio más
confundido aun.
-Me amaba, tiempo pasado… ahora ella tiene novio y lo ama…- le dijo Pedro
y Horacio abrió los ojos sorprendido
-Hijo yo… no sé qué decirte, solo que luches por su amor.- le dijo Horacio
y Pedro negó con la cabeza
-¿Y separarla de alguien que la ama y a quien ella ama? No papa… solo
quiero que ella sea feliz, ¿Pero sabes algo? ahora entiendo todo lo que decías…
ahora sé lo que es perder a la persona que amas.- le dijo Pedro
-Nunca será demasiado tarde, y siempre puedes demostrarle que la amas, ¿Lo
sabe ahora?- pregunto Horacio y Pedro negó con la cabeza- entonces díselo, quizá
no ahora, pero luego…
-Quizá algún día lo haga… bueno papa, no he dormido ni un poco, ahora iré
a dormir.- le dijo Pedro despidiéndose y luego subió a su habitación.
[…]
-¡¡Realmente te extrañe mama!!- le dijo Paula a Alejandra por milésima vez mientras entraban a la casa
-¡Mi vida y yo a ustedes! La casa sin mis dos pequeños no es lo mismo…-
le dijo Ale abrazándolos a ambos.
-la vida sin ti no es lo mismo.- dijo Gonzalo con una sonrisa y la
abrazo también.
-¿Y qué tal todo? Cuéntenme que ha sido de sus vidas… y tú… tú tienes
algo que contarme.- le dijo Ale a Paula y ella puso expresión triste y luego
miro a Gonzalo
-Las dejo solas…-dijo Gonza y Paula lo tomo de la mano.
-Tú lo sabes todo, será mejor que pongas tu bonito trasero en la sala y
platiquemos los 3.
Alejandra escucho toda la historia que Paula le había contado y poco a
poco fue comprendiendo las cosas, lo que era Alan en su vida, lo que había
pasado con Pedro… en fin, se enteró de todo después de escuchar a su hija y
como una buena madre la apoyo, la consoló cuando estaba llorando y le prometió
que todo estaría bien, cuando sus hijos subieron a dormir, ella se quedó
pensando un tiempo en la sala, no podía contarle a Pedro nada de lo que Paula
le había dicho porque sería defraudar a su hija pero si podía hacer que Pedro
hablara con ella… y eso era justo lo que haría, el día de mañana, ella le
llamaría a Pedro para avisarle que Paula había llegado.
-Hola Ale… ¿Qué pasa?- le pregunto Pedro cuando Alejandra llego a su casa y Maggie la había hecho pasar.
-Hola Ale… ¿Qué pasa?- le pregunto Pedro cuando Alejandra llego a su casa y Maggie la había hecho pasar.
-Hola cariño, solo vengo a avisarte que Paula esta aquí, llego ayer por
la tarde, hoy iba a salir con Alice y Jane pero les pedí que le dijeran que no
podrían, solo porque quiero que tu hables con ella.- le dijo Ale y Pedro sintió
como su corazón se agitaba con el simple hecho de saber que tendría que hablar
con ella, pero no dejaba de preguntarse, ¿Qué le iba a decir? Ella ya no lo
amaba, era feliz con otro y si él le decía que la amaba solo le arruinaría esa
felicidad.
-Gracias Ale, intentare pensar de que hablar con ella, aunque dudo que
quiera verme.- le dijo y Ale saco una llave y se la entrego.- ¿Esto qué es?
-Se le llama llave, sirve para abrir puertas.- bromeo Ale haciéndolo reír
y también a Maggie.- pero es la llave de mi casa, ahí estará Pau le dije a Gonzalo
que no lo quería ahí en toda la tarde, yo tampoco estaré… así que tu iras y
hablaras con ella.
-¡Nono! ¡Ale! No puedo violar su privacidad, si no quiere hablar conmigo
no la obligare, ella ya no siente nada por mí, no querrá ni escuchar mi nombre
siquiera después de que la hice sufrir…- le dijo Pedro avergonzado y Ale apoyo
su mano en el hombro del chico de una forma maternal.
-Entonces cariño, has lo que creas conveniente… pero aun así toma la
llave.- le dijo entregándosela y el la tomo y la guardo en su bolsillo.
-Gracias Ale, por todo, ya encontrare algo que decirle y como
decírselo…- le dijo Pedro y ella le sonrió.
Pedro salió de su casa, dejando ahí a Maggie y a Alejandra, subió a su
auto y comenzó a conducir sin rumbo, no sabía qué hacer, ¿Que podía decirle a Pau?
Quizá disculparse por todo lo que le hizo, quedar como amigos y desearle lo
mejor en su vida… al menos eso podría compensar el daño que le hizo, pero si
ella no quería hablar con él, no lo haría. Tomo su celular y decidido marco el número
de Paula.
-¿Qué pasa?- pregunto ella cuando contesto el celular, lo dijo en un
tono frio y Pedro suspiro.
-Paula hola… yo… quería saber… ¿Podemos hablar?.- le pregunto el
-Depende, ¿Tardaras mucho?.- pregunto ella intentando sonar grosera y
cortante.
-No… unos minutos, pero necesito que sea en persona… y sé que estas aquí
en Londres… ¿Estás en tu casa?.- pregunto él y ella se sorprendió de que el
supiera.
-Sí, estoy en mi casa, pero no quiero verte… di lo que tengas que decir
por teléfono.- dijo ella y el suspiro nuevamente.
-Tiene que ser en persona.- insistió Pedro y ahora fue ella quien
suspiro
-¡No quiero! Entiéndelo… ¿Me vas a decir o cuelgo?- pregunto ella
-¡Maldita sea! ¡Sigues siendo la misma mujer que tanto me desespera! ¿Porque
nunca puedes dejar de lado tu orgullo?- le dijo el perdiendo la paciencia
-¡Idiota! No eres tú el indicado para hablar del orgullo, si no quiero
verte es porque me molesta tenerte cerca y punto, no por mi orgullo.- dijo Paula
enojada
-Pues entonces hiciste bien en irte a Canadá, lejos de mi.- le dijo el
-¡Sí! fue la mejor decisión que he tomado en mi vida porque así conocí a
Alan y pude enamorarme de él y superarte a ti y a tu estúpido orgullo.- le dijo
ella haciendo que Pedro se sintiera pesimamente mal pero al mismo tiempo se
enojara más.
-Si tienes razón, fue lo mejor que conocieras al imbécil de Alan porque así
superaste tu amor por mi.- le dijo Pedro- ¿Y sabes qué? Tienes razón, mientras más
alejados estemos será mejor.
-Mil veces mejor, tu no interfieras en mi vida y punto, quizá nunca te amé
realmente y todo fue u
na confusión, espero que así sea…- le dijo molesta y sin
pensarlo- Adiós Pedro.
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Sigue →
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