CAPITULO 82
Era la primera vez que
le decía eso a alguien que no fuera su mama o su hermano y decirlo la hizo
sentir completamente extraña, libre, porque al fin lo había dicho, se sentía más
ligera sin ese peso en su conciencia, pero al mismo tiempo se sentía sumamente
avergonzada.
-Que graciosa.- le
dijo Pedro de una forma extremadamente seria, se había quedado sin respiración
por unos segundos al escucharla y eso fue lo único que pudo pensar, que era
una broma de muy mal gusto.
-No bromearía con algo así…- le dijo ella y el al mismo tiempo se llenó
de miles de sentimientos, ella lo amaba… jamás creyó que eso fuera posible y lo
hacía sentir demasiado feliz, aunque esa alegría solo duro unos segundos…
-No… esto… no puede ser.- le dijo poniéndose de pie rápidamente y ella
hizo lo mismo y lo miro, aunque el evitaba hacerlo.
-¿Porque no?- pregunto ella de forma tímida y el la miro.
Él la amaba y lo único que quería era decírselo, decirle que la amaba más
que a nadie en el mundo, pero había estado tanto tiempo evitando el amor que
ahora lo repelía de manera automática.
-Porque no… no puedes amarme… no está bien.- le dijo el y ella se acercó
a él y apoyo sus manos en los hombros de él.
-Pedro… no debes temer al amor… yo lo hacía, era repelente al amor, pero
eso termino… en el momento en que me enamore de ti completamente.- le dijo ella
y el dio un paso hacia atrás.
-No lo entiendes…- le dijo él.
-¿Qué es lo que no entiendo? ¿Qué te da miedo enamorarte? Claro que
entiendo…- le dijo ella
-Yo no te amo.- mintió él y decir eso lo destrozo por completo porque sabía
que la lastimaría, pero también sabía que ella lo superaría… ella podía ser
feliz con alguien más que supiera amarla realmente, él no estaba hecho para
amar.
-No te pido que me ames…- dijo ella con lágrimas en los ojos y el dio un
paso más atrás.
-¡Porque maldita sea! ¡No debiste enamorarte de mí!.- le dijo el un poco
alterado y ella sintió como las lágrimas caían por sus mejillas.
-No es algo que haya planeado… simplemente paso…- le dijo ella
intentando explicarse.
-Yo no puedo con esto… ¡Lo siento! Discúlpame por haber sido tan
estúpido para dejar que te enamoraras de mi… es algo que jamás debía pasar… simplemente
olvídalo…
-¡No puedo controlar mis sentimientos y decir “olvidare a Pedro” te amo!
¿Qué maldita parte de esas 2 palabras te es difícil de procesar?- le dijo ella
-Adiós…- le dijo él y ella perdió el control
-¿Esa es tu maldita solución? ¿Irte? Pues lárgate! Vete!-le dijo de
forma histérica y llorando.
-¿¡Porque lo arruinas todo!? ¿No puedes simplemente ser mi amiga y ya?
-¡No te estaba pidiendo que nos casáramos! ¡O que sientas lo mismo que
yo! ¡Simplemente no podía ocultarlo más!.- le dijo ella
-¡Pero no quiero tu amor! ¡No lo quiero! ¡Prefiero no volver a verte
nunca en mi vida a ser tu amigo y saber que me amas!.- le dijo el de una forma
cruel que la hizo sentir completamente mal.
-Entonces vete Pedro… huye del amor para toda tu vida… pero solo te digo
algo… si te vas ahora… jamás volveremos a vernos.- le dijo ella y él lo dudo
por un segundo, si la dejaba ahora por huir de su amor sabía que ella lo
olvidaría, superaría su amor por él y podría ser feliz con alguien más aunque a
él le doliera… pero también sabía que si la dejaba ir ahora la perdería para
siempre.
-Entonces supongo que es la última vez que nos veremos…- le dijo él y se
dio media vuelta y se fue de ahí caminando, ni siquiera esperaría a mañana, se iría
a su casa ahora mismo antes de que su fuerza de voluntad lo traicionara.
-No… ¡Nono! ¡Alto! Pedro por favor… no lo hagas…- le pidió ella con su
voz llena de dolor, se acercó a él y lo abrazo fuertemente, empapando su
playera de lágrimas y el la separo de él.- Me juraste que jamás te separarías
de mí, ¡Lo prometiste! Que pasara lo que pasara nunca me dejarías…
Él la miro lleno de dolor, la estaba haciendo sufrir tanto… pero el
habia prometido algo, jamas la dejaría, siempre y cuando fuera lo mejor para
ella… y en este caso amarlo, solo le haría mal… asi que por su bien, tenía que
dejarla.
-Y tú me prometiste que nunca te enamorarías de mi.- le dijo el
alejándose de ella.
-Pero cuando te lo prometí, ya te amaba exageradamente…- murmuro ella y él
se detuvo un segundo y luego siguió su camino.
Paula se tiro al pasto sin dejar de llorar y llorar, sumida en una depresión
total, y supo que no lo resistiría más, no soportaría estar en el mismo lugar
que él, teniendo que verlo diariamente mientras él la odiaba por amarlo…
simplemente no resistiría tanto dolor y así como el había huido en este
instante, ella también tenía que huir de todo su sufrimiento y lo único que podía
hacer era alejarse de el para siempre, irse muy lejos y jamás volver a verlo.
Pedro camino hasta la puerta que daba a la calle, pero todo estaba
cerrado con llave así que sin pensarlo más, únicamente trepo la barda y cuando
estuvo arriba de un solo salto callo en el suelo de pie y ágilmente, sin
siquiera lastimarse, era lo bueno de haber practicado tantas clases de pelea
por tanto tiempo, te volvías extremadamente ágil, aunque en esos momentos no le
importaría un poco de dolor físico para olvidar todo el dolor emocional que
sentía por haber lastimado a Paula.. “Te amo” esas palabras salidas de los
labios de ella y dirigidas hacia el no lo dejaban estar tranquilo, sentía que
todo estaba terminado, quizá fuera un error dejarla ahora y hacerla sufrir pero
con el paso del tiempo ella lo superaría y podría ser feliz, solo eso se
repetía en su mente, que todo era por el bien de ella, aunque muy en el fondo,
su conciencia decía “tienes miedo” miedo a que no funcione, miedo a darse
cuenta de que realmente él no fue hecho para amar y por consiguiente ambos
terminarías heridos…
Se subió a su auto y comenzó a conducir, intentando cerrar todos sus
sentimientos, pero el rostro de Paula no salía de él, y esas palabras que jamás
olvidaría… quizá había sido muy duro pero para el eso era lo mejor y era lo
único que lo mantenía cuerdo. No sabía qué hacer, a donde dirigirse, no podía
irse a su casa y tener que responder a todas esas preguntas que le haría Maggie
que estaba ahí con Chris, no quería hablar con nadie sobre ese tema, así que se
dedicó únicamente a pasear en su auto, intentando no pensar en nada, pero no lo
lograba, simplemente no podía hacerlo…
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Sigue →
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