CAPITULO 98
-¿Que paso? ¿Porque? Explícame todo…- pidió el comenzando a vestirse rápidamente- ¡Ale por favor!
-¿Que paso? ¿Porque? Explícame todo…- pidió el comenzando a vestirse rápidamente- ¡Ale por favor!
-Esta tarde tu novia…
le entrego algo, no sé qué, pero el chiste es que la puse demasiado mal, lloro
y destrozo todo en su habitación, luego e fue de la casa corriendo y llorando a
no sé dónde y desde ese momento no volvió… cuando comenzó a anochecer llame a
sus amigas y no sabían nada de ella, y luego a todo conocido de ella pero nada, comencé
a preocuparme, le llamaba y me colgaba, hasta que me mandó un mensaje diciendo
que estaba bien y que necesitaba estar sola, le llame, me respondió y me
repitió lo mismo, me colgó y después apago su celular, y justamente hace 10
minutos, me llamo un hombre… me dijo que la tenía secuestrada… yo… ¡No sé qué
hacer! Por eso te llamo, Gonzalo no está… Pedro… ayúdame a encontrarla…
-Voy para tu casa Ale… no te muevas de ahí.- respondió y colgó, salió
corriendo lo más rápido que pudo, se alegró de que Chris se hubiera ido a
dormir con un amigo así no tenía que dejarlo solo, iba a casa de Alejandra pero
supo que el solo no podía hacer nada, su papa estaba fuera así que solo se le
ocurrió una persona, un amigo de su papa, Ian, el doctor con el que Paula se
llevaba tan bien y la había atendido esas veces que ella tenía sus accidentes.
-¡Ian! Necesito tu ayuda… ¿Recuerdas a Paula?- le pregunto mientras le
llamaba.
-Sí, la recuerdo… la chica que siempre estaba herida por culpa de
chicos…-dijo Ian riendo un poco.
-La secuestraron…-dijo Pedro rápidamente conduciendo a casa de Ale.
-¿Qué? Tenemos que avisar a la policía… iré a tu casa.- dijo Ian
-No, no puedes… no estoy ahí, iré a reunirme con su mama.- le paso la
dirección de la chica y colgó.
Condujo hasta llegar a casa de Paula y toco en casa de Ale, ella lo
abrazo fuertemente cuando le abrió.
-No creí que te importara como para venir… creí que…-intento decir Ale
pero su voz se cortó.
-No Ale… no es momento… necesitamos encontrarla.- dijo Pedro.- un amigo
de mi papa va a venir, él nos ayudara, no creo que tarde, vive cerca…
-Gracias Pedro… gracias… me advirtieron que si llamaba a la policía… la
torturarían y…-intento decir Ale pero se llanto comenzó nuevamente.
-Entiendo ya escuche eso antes.- murmuro el para sí mismo, se quedó
pensando que podía hacer, sabía que Thomas cumpliría su promesa de torturarla
si ellos llamaban a la policía, pero entonces…como encontrarlo…
Estuvo un rato pensándolo, solo unos minutos hasta que alguien timbro, Pedro
salió a abrir ya que Ale no podía ni siquiera ponerse en pie.
-Gracias por venir Ian, no tengo ni idea de que hacer… - dijo Pedro
-Quizá yo pueda ayudar, tengo un hermano que pertenece al FBI supongo
que algo debo conocer sobre secuestros y formas de rastreo…- dijo Ian y en ese
momento, en que Alejandra escucho su voz, se puso de pie y camino hacia donde
ellos estaban, Ian la miro y fue como si todo cambiara para ambos, a pesar del
momento y situación en que estaban…
-Ale…- murmuro Ian y ella abrió los ojos sorprendida al darse cuenta de
que la recordaba.
-Ian…-le dijo y se quedó sin respiración
-Se conocen, genial, entonces necesitamos comenzar…- dijo Pedro y ellos
volvieron a la realidad, ya tendrían tiempo de hablar después, y de superar ese
shock emocional que tenían.
-Ale, dime que tienes registrada la llamada del secuestrador.- pregunto
Ian y Pedro supo que eso no serviría, Thomas era muy precavido.
-Claro… incluso grabe la llamada inmediatamente, me dijeron que solo
querían divertirse un rato con ella…- dijo Ale intentando calmarse un poco
-¿Primero que nada intentaste llamar a Pau después de que te dijeron
sobre su secuestro?- pregunto Ian y ella negó, Pedro tomo su celular y comenzó
a marcar su número, sonó una vez, dos… tres… y nada, estaba a punto de colgar
cuando de repente…
-Pedro…-dijo ella y el suspiro un poco aliviado.
-¿Dónde estás?- pregunto el rápidamente.
-Secuestrada… creo, pero no sé dónde, mis secuestradores son idiotas… ¡Son
como vagos!- dijo ella y el casi se cae del alivio, no era Thomas…
-Escucha… iré por ti. Dime donde estas…-le pidió él y ella lo dudo unos
segundos.
-¿Y que si prefiero morir aquí que seguir viéndote?- pregunto ella
decidida
-¿Y que si tu mama está aquí? Con el corazón destrozado… Paula… dime
donde estas, hazlo por ella.- le pidió Pedro y ella suspiro.
-No sé dónde estoy exactamente, pero puedo explicarte en donde me
encontraba y maso menos por donde fuimos… estoy en un… taller o algo así, no
tengo idea, pero esta oscuro y me dejaron aquí sentada en un sillón, no hay
forma de salir, ya lo intente, pero a los imbéciles no se les ocurrió siquiera
revisar si traía mi celular… están borrachos y solo son 2, ni siquiera están
armados.- dijo ella y luego le explico el lugar por el cual se encontraba, Pedro
iba haciendo un mapa mental y logro memorizarlo todo.
-Iré por ti…- le dijo el
-Como quieras.- respondió ella y luego le colgó.
-Está bien… sus secuestradores son unos estúpidos, pero se en donde están,
solo son unos borrachos que la secuestraron por diversión, supongo que sacaron
tu número del celular de ella y ni siquiera se molestaron en quitárselo
después…
-Imbéciles… ¿Entonces sabes dónde está?- pregunto Ian aliviado y Pedro
asintió. -Vamos por ella…
-¡No! ¡Quédate aquí con Ale y quítale los nervios! Eres doctor has algo
o morirá de un infarto… yo iré por ella, cualquier cosa te llamo, si tardo más
de media hora simplemente ve a buscarme a… este lugar.- dijo mientras anotaba
el lugar en donde Pau le había dicho, era un viejo taller desalojado.
-De acuerdo, te cuidado Pedro.- le dijo Ian y el chico asintió- ¡Espera!
¿Qué tal si están armados?
-Tengo mis puños… con eso basta.- dijo Pedro con suficiencia.
-Pedro… cuídate.- le dijo Ale y el asintió
Salió dela casa y subió a su auto, comenzó a conducir y no podía creer
que Paula hubiera ido a parar a esa clase de lugares, siguió conduciendo cada
vez más lentamente hasta que llego al taller que Pau le había indicado, se bajó
de su auto y miro a todas partes, como siempre estaba completamente solo por
ahí, un buen lugar para tener un reén, miro a su lado, un callejón que daba a
un prostíbulo del lado contrario de la calle, y vio a los 2 borrachos de los
que Paula le había hablado, durmiendo cómodamente en unas sillas y con las
botellas a sus lados… miro la cerradura del taller y una vez más agradeció
haber practicado tantas veces tanta clase de trucos en sus entrenamientos.
Busco algo con lo que pudiera forzar la cerradura, y no fue ningún reto, lo habida
hecho millones de veces y con cerraduras más difíciles mientras practicaba,
entro siendo cauteloso y alumbro con su celular.
-¿Paula?- pregunto y en ese momento la vio, sentada en un sillón,
jugando con su celular.
-¿Qué? ¿Cómo te va?- pregunto la chica poniéndose de pie y caminando
hacia el.- la luz está ahí…- le dijo señalando, Pedro miro a su lado y si, ahí
estaba el interruptor, prendió la luz y la miro.
-¿Porque entonces no la tenías prendida?- dijo el mirándola extrañado, a
pesar de que tenía el rímel corrido, el gloss esparcido, su cabello alborotado
y su ropa sucia, se veía hermosa.
-Porque así se ve más de película, ¿No crees? ¿Entonces qué? ¿Nos
vamos?- pregunto ella acercándose a él con una sonrisa.
-¿No te dio miedo estar aquí?- le pregunto el chico y ella comenzó a reírse.
-Pedro… yo ya no tengo corazón, al menos en sentido figurado, ¿A pesar
de que no sentimos con el corazón sabes? Todo es cosa del cerebro! Simplemente
ya no siento nada…- dijo ella mirándolo y él se acercó a ella.
-Vamos… sube al auto y espérame ahí…- le dijo Pedro y ella asintió y subió,
Pedro se acercó a los borrachos y les vacío sus botellas de alcohol en la cara
haciendo que despertaran.
-¡Estúpido! ¡Hijo de puta! ¿Qué mierda haces?- pregunto uno de los
secuestradores.
-¡Porque la secuestraron.-le grito Pedro a uno levantándolo del piso
como si no pasara nada y aventándolo contra un cristal- ¿Quieres que los mate
por intentar hacerle daño?
-¡Solo nos divertíamos!- se quejó el otro
-Pues diviértanse pudriéndose después de que los mate, imbéciles.- dijo
mientras les daba un fuerte puñetazo en la cara y luego comenzaba a patearlos
fuertemente en el piso, tomo una de sus botellas y se la quebró a uno en la
cabeza, dejándolo inconsciente inmediatamente.
-¡Por favor no! ¡No nos mates! ¡Tenemos hijos! ¡Tenemos familia! Quizá
no te importe dejar huérfanos a unos niños pero somos lo único que tienen…- le
dijo el hombre a Pedro y justo antes de noquearlo se detuvo y los miro.
-Se lo que es no tener a tus padres… y escúchame bien y díselo a tu
amigo… los dejare vivos esta vez… por sus hijos no por ustedes y porque sé que
todo lo hicieron bajo los efectos del alcohol, pero si me entero de que dañaron
a alguien más, no seré compasivo.- le dijo quebrando la botella y el
secuestrador consiente asintió.
-Gracias… gracias… le debemos la vida…- comento y luego calló inconsciente
a causa del alcohol.
Pedro subió a su auto, donde estaba Paula escuchando música y cantando sin preocuparse por lo que acababa de presenciar.
Pedro subió a su auto, donde estaba Paula escuchando música y cantando sin preocuparse por lo que acababa de presenciar.
-¿Esta bien?- pregunto el mirándola, ella se rio
-Ya larguémonos de aquí… solo quiero llegar con mi mami…- le dijo ella y
Pedro saco su celular y llamo a Alejandra.
-Ale… aquí está conmigo, descuida, esta ilesa, un poco más demente de lo
normal pero no le hicieron daño.- le dijo Pedro y Ale suspiro de alivio.
-Gracias Pedro, te debo todo a ti… gracias…- le dijo y luego Pedro
escucho como se lo decía también a Ian y colgó.
Pedro fue conduciendo en silencio, hasta llegar a casa de Paula, se
bajaron y el la miro, mientras caminaba como si hubiera sido un paseo de lo más
normal, al lado de un amigo y no después de haber sido rescatada, timbro en su
casa y Alejandra Salió a abrirle y la abrazo con fuerza.
-¡Paula Chaves! ¡En tu vida! ¡En tu vida! Vuelvas a irte de la casa de
esa forma.- le dijo Ale y Paula la abrazo con fuerza.
-¡Perdón mami! ¡Siento mucho haberte asustado! ¡No volveré a hacerlo
discúlpame!- le dijo abrazándola con fuerzas y Pedro e dio cuenta de que ella
seguía siendo la misma chica, solo con el había cambiado.
-Paula...... ¡Casi nos matas de un infarto!- le dijo Ian haciendo que
ella se fijara en él y quedara sorprendida de verlo ahí y luego miro a Pedro.
-¡Hola doctor! ¿Entonces? ¿Te trajeron por si llegaba sin brazos o algo así?-
pregunto Paula bromeando.
-No Pau… ¡Vine a ayudar! Pero bueno, supongo que tus ideas sádicas también
podrían servir.- le dijo Ian y ella se rio- y llámame Ian.
-¡Cierto! ¡Tanto tiempo conociéndolo y nunca pregunte su nombre! ¡A mi
doctor favorito!- dijo la chica e Ian le sonrió
-¿Se conocen? Ustedes… ¿Desde cuándo?- pregunto Ale confundida.
-¡Uuff mami! Cada que me accidentaba golpeando a Tom, ¡El me vendaba! ¡Y
descubrí que es súper buena onda! Y tu… ¿Lo conoces?- pregunto la chica y Ale
se sonrojo haciendo que tanto Paula como Pedro quedaran confundidos.
-Nos conocemos, somos viejos amigos de… la adolescencia, peor dejamos de
vernos por… ciertas cosas.- respondió Ian mirando a Ale.
-¡Oh! ¡Genial! que gusto que se conozcan…gracias a todos por… rescatarme
y eso.- dijo Paula intentando no mirar a Pedro.
-Todo lo hizo Pedro, aquí es el experto en criminología- comento Ian.
-Bueno… gracias Alfonso.- le dijo ella con una media sonrisa y el
suspiro al mirarla.
-Por nada Chaves.- le dijo él y ella desvió su mirada a su mama.
-Bueno cariño… supongo que todos aquí tenemos sueño así que…- comenzó a
decir Ale
-Nos veremos otro día, adiós Paula, mucho gusto verte nuevamente, y Adiós
Ale, espero verte después y charlar…
-Claro Ian, hasta luego.- le dijo con una deslumbradora sonrisa.- y Pedro…
realmente jamás podre terminar de agradecerte esto…
-Si bueno… adiós Ian…- dijo Pau alejándose de ahí y Pedro se quedó
mirándola como idiota mientras ella subía las escaleras y el solo la miraba…
estúpidamente enamorado y sonreía.
-Ayy Pedro… disimula…- le dijo Ian dándole unas palmaditas en el hombro.
-¿Qué?- dijo el volviendo a la realidad pero sintiendo como su corazón latía
rápidamente
-Lo sabía… tú la amas…- dijo Ale y el intento negarlo, solo para
protegerla, pero no pudo… no en esos momentos… así que solo sonrió.
-Adiós Ale… hasta luego.- se despidió Pedro
-Adiós Pedro… mil gracias.- le dijo nuevamente y luego de despedirse de
ambos, ellos se fueron de ahí y Ale se sentó en la sala, sin poder creer todo
lo que había pasado, habían secuestrado a su hija, había muerto casi de un
infarto, Pedro la había salvado, ella había comprobado lo mucho que Pedro amaba
a su hija y sabía que había una razón escondida detrás de todo lo que él dijo
sobre Cecily y otra cosa más, Ian… el mismo Ian al que había amado toda su vida
antes de que su esposo John Chaves los separara, con sus mentiras y sus farsas,
y luego con sus promesas de amor, pero Alejandra lo amaba a él, a Ian… siempre
lo hizo y siempre lo haría.
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Capitulo Correspondiente del día: 28/02/15
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