Toda novela que es publicada en este blog son adaptaciones, nada me pertenece.
María

domingo, 1 de marzo de 2015

Novela A Traves De La Verdad - Capitulo 98

CAPITULO 98

-¿Que paso? ¿Porque? Explícame todo…- pidió el comenzando a vestirse rápidamente- ¡Ale por favor! 

-Esta tarde tu novia… le entrego algo, no sé qué, pero el chiste es que la puse demasiado mal, lloro y destrozo todo en su habitación, luego e fue de la casa corriendo y llorando a no sé dónde y desde ese momento no volvió… cuando comenzó a anochecer llame a sus amigas y no sabían nada de ella, y luego a todo conocido de ella pero nada, comencé a preocuparme, le llamaba y me colgaba, hasta que me mandó un mensaje diciendo que estaba bien y que necesitaba estar sola, le llame, me respondió y me repitió lo mismo, me colgó y después apago su celular, y justamente hace 10 minutos, me llamo un hombre… me dijo que la tenía secuestrada… yo… ¡No sé qué hacer! Por eso te llamo, Gonzalo no está… Pedro… ayúdame a encontrarla…

-Voy para tu casa Ale… no te muevas de ahí.- respondió y colgó, salió corriendo lo más rápido que pudo, se alegró de que Chris se hubiera ido a dormir con un amigo así no tenía que dejarlo solo, iba a casa de Alejandra pero supo que el solo no podía hacer nada, su papa estaba fuera así que solo se le ocurrió una persona, un amigo de su papa, Ian, el doctor con el que Paula se llevaba tan bien y la había atendido esas veces que ella tenía sus accidentes.

-¡Ian! Necesito tu ayuda… ¿Recuerdas a Paula?- le pregunto mientras le llamaba.

-Sí, la recuerdo… la chica que siempre estaba herida por culpa de chicos…-dijo Ian riendo un poco.

-La secuestraron…-dijo Pedro rápidamente conduciendo a casa de Ale.

-¿Qué? Tenemos que avisar a la policía… iré a tu casa.- dijo Ian

-No, no puedes… no estoy ahí, iré a reunirme con su mama.- le paso la dirección de la chica y colgó.

Condujo hasta llegar a casa de Paula y toco en casa de Ale, ella lo abrazo fuertemente cuando le abrió.

-No creí que te importara como para venir… creí que…-intento decir Ale pero su voz se cortó.

-No Ale… no es momento… necesitamos encontrarla.- dijo Pedro.- un amigo de mi papa va a venir, él nos ayudara, no creo que tarde, vive cerca…

-Gracias Pedro… gracias… me advirtieron que si llamaba a la policía… la torturarían y…-intento decir Ale pero se llanto comenzó nuevamente.

-Entiendo ya escuche eso antes.- murmuro el para sí mismo, se quedó pensando que podía hacer, sabía que Thomas cumpliría su promesa de torturarla si ellos llamaban a la policía, pero entonces…como encontrarlo… 

Estuvo un rato pensándolo, solo unos minutos hasta que alguien timbro, Pedro salió a abrir ya que Ale no podía ni siquiera ponerse en pie.

-Gracias por venir Ian, no tengo ni idea de que hacer… - dijo Pedro

-Quizá yo pueda ayudar, tengo un hermano que pertenece al FBI supongo que algo debo conocer sobre secuestros y formas de rastreo…- dijo Ian y en ese momento, en que Alejandra escucho su voz, se puso de pie y camino hacia donde ellos estaban, Ian la miro y fue como si todo cambiara para ambos, a pesar del momento y situación en que estaban…

-Ale…- murmuro Ian y ella abrió los ojos sorprendida al darse cuenta de que la recordaba.

-Ian…-le dijo y se quedó sin respiración

-Se conocen, genial, entonces necesitamos comenzar…- dijo Pedro y ellos volvieron a la realidad, ya tendrían tiempo de hablar después, y de superar ese shock emocional que tenían.

-Ale, dime que tienes registrada la llamada del secuestrador.- pregunto Ian y Pedro supo que eso no serviría, Thomas era muy precavido.

-Claro… incluso grabe la llamada inmediatamente, me dijeron que solo querían divertirse un rato con ella…- dijo Ale intentando calmarse un poco

-¿Primero que nada intentaste llamar a Pau después de que te dijeron sobre su secuestro?- pregunto Ian y ella negó, Pedro tomo su celular y comenzó a marcar su número, sonó una vez, dos… tres… y nada, estaba a punto de colgar cuando de repente…

-Pedro…-dijo ella y el suspiro un poco aliviado.

-¿Dónde estás?- pregunto el rápidamente.

-Secuestrada… creo, pero no sé dónde, mis secuestradores son idiotas… ¡Son como vagos!- dijo ella y el casi se cae del alivio, no era Thomas…

-Escucha… iré por ti. Dime donde estas…-le pidió él y ella lo dudo unos segundos.

-¿Y que si prefiero morir aquí que seguir viéndote?- pregunto ella decidida 

-¿Y que si tu mama está aquí? Con el corazón destrozado… Paula… dime donde estas, hazlo por ella.- le pidió Pedro y ella suspiro.

-No sé dónde estoy exactamente, pero puedo explicarte en donde me encontraba y maso menos por donde fuimos… estoy en un… taller o algo así, no tengo idea, pero esta oscuro y me dejaron aquí sentada en un sillón, no hay forma de salir, ya lo intente, pero a los imbéciles no se les ocurrió siquiera revisar si traía mi celular… están borrachos y solo son 2, ni siquiera están armados.- dijo ella y luego le explico el lugar por el cual se encontraba, Pedro iba haciendo un mapa mental y logro memorizarlo todo.

-Iré por ti…- le dijo el 

-Como quieras.- respondió ella y luego le colgó.

-Está bien… sus secuestradores son unos estúpidos, pero se en donde están, solo son unos borrachos que la secuestraron por diversión, supongo que sacaron tu número del celular de ella y ni siquiera se molestaron en quitárselo después…

-Imbéciles… ¿Entonces sabes dónde está?- pregunto Ian aliviado y Pedro asintió. -Vamos por ella…

-¡No! ¡Quédate aquí con Ale y quítale los nervios! Eres doctor has algo o morirá de un infarto… yo iré por ella, cualquier cosa te llamo, si tardo más de media hora simplemente ve a buscarme a… este lugar.- dijo mientras anotaba el lugar en donde Pau le había dicho, era un viejo taller desalojado.

-De acuerdo, te cuidado Pedro.- le dijo Ian y el chico asintió- ¡Espera! ¿Qué tal si están armados?

-Tengo mis puños… con eso basta.- dijo Pedro con suficiencia.

-Pedro… cuídate.- le dijo Ale y el asintió 

Salió dela casa y subió a su auto, comenzó a conducir y no podía creer que Paula hubiera ido a parar a esa clase de lugares, siguió conduciendo cada vez más lentamente hasta que llego al taller que Pau le había indicado, se bajó de su auto y miro a todas partes, como siempre estaba completamente solo por ahí, un buen lugar para tener un reén, miro a su lado, un callejón que daba a un prostíbulo del lado contrario de la calle, y vio a los 2 borrachos de los que Paula le había hablado, durmiendo cómodamente en unas sillas y con las botellas a sus lados… miro la cerradura del taller y una vez más agradeció haber practicado tantas veces tanta clase de trucos en sus entrenamientos. Busco algo con lo que pudiera forzar la cerradura, y no fue ningún reto, lo habida hecho millones de veces y con cerraduras más difíciles mientras practicaba, entro siendo cauteloso y alumbro con su celular.

-¿Paula?- pregunto y en ese momento la vio, sentada en un sillón, jugando con su celular.

-¿Qué? ¿Cómo te va?- pregunto la chica poniéndose de pie y caminando hacia el.- la luz está ahí…- le dijo señalando, Pedro miro a su lado y si, ahí estaba el interruptor, prendió la luz y la miro.

-¿Porque entonces no la tenías prendida?- dijo el mirándola extrañado, a pesar de que tenía el rímel corrido, el gloss esparcido, su cabello alborotado y su ropa sucia, se veía hermosa.

-Porque así se ve más de película, ¿No crees? ¿Entonces qué? ¿Nos vamos?- pregunto ella acercándose a él con una sonrisa.

-¿No te dio miedo estar aquí?- le pregunto el chico y ella comenzó a reírse.

-Pedro… yo ya no tengo corazón, al menos en sentido figurado, ¿A pesar de que no sentimos con el corazón sabes? Todo es cosa del cerebro! Simplemente ya no siento nada…- dijo ella mirándolo y él se acercó a ella.

-Vamos… sube al auto y espérame ahí…- le dijo Pedro y ella asintió y subió, Pedro se acercó a los borrachos y les vacío sus botellas de alcohol en la cara haciendo que despertaran.

-¡Estúpido! ¡Hijo de puta! ¿Qué mierda haces?- pregunto uno de los secuestradores.

-¡Porque la secuestraron.-le grito Pedro a uno levantándolo del piso como si no pasara nada y aventándolo contra un cristal- ¿Quieres que los mate por intentar hacerle daño? 

-¡Solo nos divertíamos!- se quejó el otro 

-Pues diviértanse pudriéndose después de que los mate, imbéciles.- dijo mientras les daba un fuerte puñetazo en la cara y luego comenzaba a patearlos fuertemente en el piso, tomo una de sus botellas y se la quebró a uno en la cabeza, dejándolo inconsciente inmediatamente.

-¡Por favor no! ¡No nos mates! ¡Tenemos hijos! ¡Tenemos familia! Quizá no te importe dejar huérfanos a unos niños pero somos lo único que tienen…- le dijo el hombre a Pedro y justo antes de noquearlo se detuvo y los miro.

-Se lo que es no tener a tus padres… y escúchame bien y díselo a tu amigo… los dejare vivos esta vez… por sus hijos no por ustedes y porque sé que todo lo hicieron bajo los efectos del alcohol, pero si me entero de que dañaron a alguien más, no seré compasivo.- le dijo quebrando la botella y el secuestrador consiente asintió.

-Gracias… gracias… le debemos la vida…- comento y luego calló inconsciente a causa del alcohol.
Pedro subió a su auto, donde estaba Paula escuchando música y cantando sin preocuparse por lo que acababa de presenciar.

-¿Esta bien?- pregunto el mirándola, ella se rio

-Ya larguémonos de aquí… solo quiero llegar con mi mami…- le dijo ella y Pedro saco su celular y llamo a Alejandra.

-Ale… aquí está conmigo, descuida, esta ilesa, un poco más demente de lo normal pero no le hicieron daño.- le dijo Pedro y Ale suspiro de alivio.

-Gracias Pedro, te debo todo a ti… gracias…- le dijo y luego Pedro escucho como se lo decía también a Ian y colgó.

Pedro fue conduciendo en silencio, hasta llegar a casa de Paula, se bajaron y el la miro, mientras caminaba como si hubiera sido un paseo de lo más normal, al lado de un amigo y no después de haber sido rescatada, timbro en su casa y Alejandra Salió a abrirle y la abrazo con fuerza.

-¡Paula Chaves! ¡En tu vida! ¡En tu vida! Vuelvas a irte de la casa de esa forma.- le dijo Ale y Paula la abrazo con fuerza.

-¡Perdón mami! ¡Siento mucho haberte asustado! ¡No volveré a hacerlo discúlpame!- le dijo abrazándola con fuerzas y Pedro e dio cuenta de que ella seguía siendo la misma chica, solo con el había cambiado.

-Paula...... ¡Casi nos matas de un infarto!- le dijo Ian haciendo que ella se fijara en él y quedara sorprendida de verlo ahí y luego miro a Pedro.

-¡Hola doctor! ¿Entonces? ¿Te trajeron por si llegaba sin brazos o algo así?- pregunto Paula bromeando.

-No Pau… ¡Vine a ayudar! Pero bueno, supongo que tus ideas sádicas también podrían servir.- le dijo Ian y ella se rio- y llámame Ian.

-¡Cierto! ¡Tanto tiempo conociéndolo y nunca pregunte su nombre! ¡A mi doctor favorito!- dijo la chica e Ian le sonrió

-¿Se conocen? Ustedes… ¿Desde cuándo?- pregunto Ale confundida.

-¡Uuff mami! Cada que me accidentaba golpeando a Tom, ¡El me vendaba! ¡Y descubrí que es súper buena onda! Y tu… ¿Lo conoces?- pregunto la chica y Ale se sonrojo haciendo que tanto Paula como Pedro quedaran confundidos.

-Nos conocemos, somos viejos amigos de… la adolescencia, peor dejamos de vernos por… ciertas cosas.- respondió Ian mirando a Ale.

-¡Oh! ¡Genial! que gusto que se conozcan…gracias a todos por… rescatarme y eso.- dijo Paula intentando no mirar a Pedro.

-Todo lo hizo Pedro, aquí es el experto en criminología- comento Ian.

-Bueno… gracias Alfonso.- le dijo ella con una media sonrisa y el suspiro al mirarla.

-Por nada Chaves.- le dijo él y ella desvió su mirada a su mama.

-Bueno cariño… supongo que todos aquí tenemos sueño así que…- comenzó a decir Ale

-Nos veremos otro día, adiós Paula, mucho gusto verte nuevamente, y Adiós Ale, espero verte después y charlar…

-Claro Ian, hasta luego.- le dijo con una deslumbradora sonrisa.- y Pedro… realmente jamás podre terminar de agradecerte esto…

-Si bueno… adiós Ian…- dijo Pau alejándose de ahí y Pedro se quedó mirándola como idiota mientras ella subía las escaleras y el solo la miraba… estúpidamente enamorado y sonreía.

-Ayy Pedro… disimula…- le dijo Ian dándole unas palmaditas en el hombro.

-¿Qué?- dijo el volviendo a la realidad pero sintiendo como su corazón latía rápidamente

-Lo sabía… tú la amas…- dijo Ale y el intento negarlo, solo para protegerla, pero no pudo… no en esos momentos… así que solo sonrió.

-Adiós Ale… hasta luego.- se despidió Pedro


-Adiós Pedro… mil gracias.- le dijo nuevamente y luego de despedirse de ambos, ellos se fueron de ahí y Ale se sentó en la sala, sin poder creer todo lo que había pasado, habían secuestrado a su hija, había muerto casi de un infarto, Pedro la había salvado, ella había comprobado lo mucho que Pedro amaba a su hija y sabía que había una razón escondida detrás de todo lo que él dijo sobre Cecily y otra cosa más, Ian… el mismo Ian al que había amado toda su vida antes de que su esposo John Chaves los separara, con sus mentiras y sus farsas, y luego con sus promesas de amor, pero Alejandra lo amaba a él, a Ian… siempre lo hizo y siempre lo haría.
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Sigue →

Capitulo Correspondiente del día: 28/02/15

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