CAPITULO 10
Pedro se levantó el lunes antes que Paula, la despertó con un beso y ella inmediatamente se levantó para comenzar a arreglarse, luego ambos se fueron juntos al colegio, pero al llegar inmediatamente ella se fue a sus clases porque tenía examen, así que ni siquiera permitió que Pedro se despidiera de ella, el chico únicamente se encogió de hombros y se fue de ahí con sus amigos, a hablar sobre la gran fiesta que habían tenido.
Pedro se levantó el lunes antes que Paula, la despertó con un beso y ella inmediatamente se levantó para comenzar a arreglarse, luego ambos se fueron juntos al colegio, pero al llegar inmediatamente ella se fue a sus clases porque tenía examen, así que ni siquiera permitió que Pedro se despidiera de ella, el chico únicamente se encogió de hombros y se fue de ahí con sus amigos, a hablar sobre la gran fiesta que habían tenido.
A la salida Paula iba caminando por los pasillos en busca de su novio,
cuando de repente sintió unos brazos envolverla por la cintura, ella sonrió y
volteo a mirarlo, pero dio prácticamente un salto hacia atrás cuando vio que no
era su novio, era Austin.
-¿Qué te pasa?- pregunto ella mirándolo molesta.
-Ven linda, ocupamos hablar.- le dijo Austin jalándola hacia un pasillo
menos concurrido.
-Suéltame.- le dijo ella pero él la tomo de la cintura y Paula solo
forcejeaba.
-Suéltala ahora mismo.- dijo una voz y ambos lo miraron. Pedro estaba
ahí parado y muy molesto, nadie tocaba a su novia.
-Tú no eres nadie para darme órdenes.- le dijo Austin
-Cállate tarado.- le dijo Paula
-¡Hey tranquila! No estoy haciendo nada.- le dijo Austin.
-Pues a mí no vuelvas a tocarme nunca en la vida.- le dijo Pau con una
sonrisa falsa.
-Aléjate de ella.- le dijo Pedro empujándolo.
-HEY!- dijo Austin enojado empujándolo también y Paula resoplo.
-Ni se te ocurra Alfonso.- le advirtió Paula, pero en ese instante Pedro
soltó el primer golpe, un puñetazo recto, directo a la nariz del chico, el
grito enojado y se cubrió la nariz que sangraba, entonces soltó un golpe a
Pedro pero el lo detuvo de forma fácil y volvió a golpearlo en el abdomen, lo
puso contra los casilleros y lo miro con coraje.
-Ya me tenías arto, tú que tocas a mi novia y yo te parto la cara y cara
uno de los huesos del cuerpo.- le dijo Pedro.
Todos los que estaban en pasillo miraban asombrados, nunca nadie le
había ganado a Austin en una pelea y ahora Pedro lo hizo inmediatamente, y
resultando ileso.
-¿Estas bien amor?- pregunto Pedro acercándose a ella y acariciando
dulcemente su rostro pero ella quito su mano.
-Estoy bien. Mejor sin ti. Idiota.- le dijo ella enojada y Pedro se
quedó con la boca abierta sin entender porque le molestaba tanto que el la
defendiera.
-No puedes estar molesta por esto…- le dijo Pedro y ella resoplo.
-¿Eres experto en buscar enemigos no? ¿Te recuerdo que así comenzó el
odio de Tom por nosotros y ahora planea matarnos?- le dijo en un susurro para
que solo él los escuchara.
-¿Ahora es mi culpa?- dijo él y ella resoplo nuevamente.
-Entonces es mía, soy yo quien está llena de testosterona que no puede
evitar una pelea.- dijo ella con sarcasmo y Pedro resoplo ahora.
-¡Perdóname por querer defenderte!
-Como sea.- dijo ella y dio media vuelta y se alejó de ahí caminando,
Pedro vio cómo se reunía con Zac y se alejaba de ahí con él.
Pedro suspiro, de nuevo había peleado con ella, en los últimos días
habían roto el record de peleas siendo novios, y es que ahora si eran enserio.
Se dispuso a ir con ella y arreglar las cosas, pero entonces llegaron sus
amigos y otros.
-¡Eso es saber pelear!- dijo un chico.
-Recuérdenme nunca meterme con el.- dijo otro y Pedro únicamente se rio.
-Dinos guapo, ¿En dónde aprendiste?- pregunto una chica.
Y entonces así, Pedro olvido que era más importante aclarar las cosas
con su novia y únicamente lo dejo pasar, para estar con todas esas personas.
[…]
-¡Hey Paula! ¿Qué pasa? Te ves molesta…- le dijo Zac a su amiga cuando la vio.
[…]
-¡Hey Paula! ¿Qué pasa? Te ves molesta…- le dijo Zac a su amiga cuando la vio.
-Pedro es un maldito idiota.- dijo ella caminando a prisa.
-Pff… ¡Tranquila! ¿Es tu novio no debes enojarte por cualquier cosa, que
paso?- pregunto Zac de forma comprensiva.
-¡A la mierda! ¡Es un idiota! golpeo a Austin!- dijo ella molesta.
-Que golpeo… ¿A Austin? ¡Al fin! Alguien que le da una lección.- dijo
Zac emocionado.- ¡Debí ver la pelea!
-¡Hey! ¡Calla tonto! ¡No es divertido! ¡Solo busca problemas donde no
los hay!- se quejó ella y Zac sonrió.
-No seas tonta Paula, él te quiere no te enojes por eso.- le aconsejo y
ella resoplo.
-Ni creas.
-Eres una maldita orgullosa.- le recrimino Zac y ella se rio.- y el
también.
-Sí, desde que nos conocemos competimos por orgullo en quien dura más
enojado.
-¿Y quién gana siempre?- pregunto Zac.
-Yo. Él siempre me pide perdón antes.- dijo ella divertida y Zac rio.
-Eres mala.
-Lo sé. ¿Te molesta si nos vamos juntos? y haremos el proyecto.
-¡Claro! en mi casa para que se te pase el enojo con Pedro.- le dijo Zac
y ella asintió y juntos se fueron.
En casa de Zac de nuevo comieron con los padres (tíos) del chico, y a
Paula realmente le agradaban, no entendía por qué no le agradaban si era
demasiado geniales. Platicaban sobre muchas cosas, eran demasiado amables.
En la noche la chica volvió a su casa, no había hablado con Pedro en
todo el día y justo cuando ella llego, el también iba llegando en su auto, al
parecer venia llegando de sus entrenamientos de Krav maga.
Ni siquiera se saludaron, únicamente entraron a casa, ella fue a la
habitación, tomo su pijama y se dispuso a irse a otra habitación, salió y azoto
la puerta de la habitación de Pedro cuando el había entrado, el chico
únicamente la miro y resoplo, no podía creer que ella se hubiera enojado, pero
no sería el quien fuera a pedirle perdón esta vez.
Se quitó su ropa quedando solo en bóxers y se dispuso a dormir, pensando
que esta vez las cosas serían diferentes, por primera vez él no le pediría
disculpas, la amaba, pero era demasiado terca y orgullosa.
Estaba quedándose dormido, cuando sintió como si alguien se acercara a
él, no sabía si era un sueño o no, así que se enderezo un poco y ella estaba
ahí, sentada a su lado, con su cabello despeinado y su pijama y se veía tan
hermosa como siempre, ambos se miraron diciéndose miles de cosas y después el
levanto su mano y acaricio su rostro, y se dio cuenta de que no podía… era más
grande su amor con ella que su orgullo, así que se acercó a ella y la beso
dulcemente.
-Te amo.- le dijo Pedro y ella sonrió sin decir nada, el suspiro
profundamente y se dispuso a disculparse.- escucha amor, yo no quiero estar
enojado contigo… perdóname por…
-Shh…- lo interrumpió ella posicionando un dedo sobre los labios del
chico.- perdóname tu a mí, fui yo la incoherente que se enojó, no quiero que
estemos así, te amo.
-Y yo te amo mi niña mimada.- dijo el con una sonrisa llena de todo el
amor que sentía por esa perfecta chica que estaba sentada frente a él.
-Prometo que ya no me enojare de todo, lo que tu hagas es tu vida, no
debo interferir. Si quieres golpear al mundo entero o pasártela en fiestas y
tomar como loco… preferiría que no lo hicieras, peor ya no me enojare.-
prometió ella.
-Y yo te prometo que dejare de ser un celoso posesivo y aceptare cada
una de tus decisiones.- le dijo él y luego ambos se abrazaron
Lo que en ese momento no sabían, es que acababan de hacer la promesa que
terminaría con su relación…
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Sigue →
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