CAPITULO 5
El despertador comenzó a sonar en lo que parecían unos segundos después, y era porque únicamente habían dormido aproximadamente 1 hora, Paula aventó el despertados pero abrió los ojos y metió a ducharse, sabía que ese día moriría de sueño… había agotado energías pensando en su tarea y haciéndola, desvelándose y luego con lo que había hecho con Pedro…. Sonrió ampliamente, sin duda eso había valido la pena.
El despertador comenzó a sonar en lo que parecían unos segundos después, y era porque únicamente habían dormido aproximadamente 1 hora, Paula aventó el despertados pero abrió los ojos y metió a ducharse, sabía que ese día moriría de sueño… había agotado energías pensando en su tarea y haciéndola, desvelándose y luego con lo que había hecho con Pedro…. Sonrió ampliamente, sin duda eso había valido la pena.
-Hey dormilón, despierta ya.- le dijo la chica a su novio mientras se vestía
y el abrió los ojos.
-Uhmm… ¡Pero si acabamos de acostarnos!.- le dijo él y ella sonrió.
-Para que fajábamos anoche.- le dijo ella y él se rio, se levantó y beso
sus labios.
-Valió la pena, pero hoy me dormiré en clase.- le aseguro Pedro y ella
se rio.
-Como quieras pero ahora vete a arreglar.- le dijo ella y Pedro la miro
mientras se ponía un vestido.
-¡Ni lo creas! No te pondrás vestido.- le dijo Pedro.
-Cállate y vete.- le dijo ella riendo y lo beso una y otro vez, el sonrió
como idiota enamorado y luego se fue a duchar.
Una vez que llegaron a la escuela tomados de la mano y con sus típicas
pelear de siempre, cada uno se dirigió a sus clases.
Paula entro al salón y vio como Zac le sonreía y señalaba un asiento
junto a él, ella se acercó y se sentó a su lado para no ser descortés.
-Hola
Zac.- le dijo ella con una sonrisa.
-Hola Paula. Escucha, quería disculparme, me había comportado como un
idiota intentando ligar contigo, solo quiero que sepas que no lo hare si te
molesta y además sé que tienes novio.- se disculpó él y ella sonrió realmente.
-Muchas gracias, quizá así podamos llevarnos mejor.- dijo ella y Zac asintió.
Su clase comenzó y el profesor comenzó a explicar un nuevo tema, ella
prestaba mucha atención y hacia unos cuantos apuntes, miro a Zac, con el ceño
fruncido y parecía que quería explotar y ella se rio.
-Qué cara pones.- le dijo ella y Zac se rio.
-¡Oh sí! es que tienes que saber… soy pésimo en la medicina, no es lo mío.-
dijo el chico y ella se rio.
-¿Y porque estudias entonces esto?- le pregunto ella con una sonrisa que
mataba a cualquier hombre al solo verla.
-Porque mis padres son doctores y sé que se decepcionarían mucho si no
lo fuera.- dijo el con sinceridad y ella se rio.
-¡Oh dios! Pues debes aplicarte entonces.- dijo la chica moviendo su
cabello hacia otra parte.
-Sí, pero soy pésimo.- dijo el con sinceridad muy a su pesar.
-¿Quizá yo pueda ayudarte sabes?- le dijo ella
-¿Enserio lo harías?- pregunto el chico y ella asintió.
-Soy de las personas que aprenden mucho explicándole a los demás.
Podríamos juntarnos a hacer trabajos y te explico mientras lo hacemos, así vas
comprendiendo conforme pasa el tiempo.- sugirió ella
-¡Me harías un enorme favor! Uhmm... ¿Recuerdas que ayer en patología
nos dijo la maestra que haríamos un proyecto por parejas?- pregunto Zac y ella asintió.-
¿Te molestaría hacerlo juntos?
-Para nada, ahora seremos un equipo.- le dijo ella con una sonrisa.
-Bueno, yo puedo enseñarte a jugar basquetbol.- dijo Zac y ella se rio y
negó con la cabeza.
-No me gusta mucho, y soy peor que pésima.- le dijo ella
-Pero así aprenderás, sí o sí. ¡No hay otra opción! Solo soy bueno en
los deportes o… deportes.
-Eres un tonto.- dijo la chica riéndose ante las muecas que hacia Zac.
-¿Entonces es un trato?- pregunto el estirando su mano y ella la tomo y
se dieron un apretón de manos.
-Hecho.- respondió ella con una sonrisa.
[…]
Pedro había estado con toda la intención de prestar atención en clases,
pero se había quedado dormido, él se lo había advertido a su novia, el sueño y
cansancio superarían sus ganas de estudiar. Despertó cuando sonó el timbre para
la 2ª clase, entonces bostezo y se estiro de una forma muy sin vergüenza, miro
a sus compañeros, estaba tana acostumbrado a jamás hablar con nadie que ni
siquiera se había dado la molestia de conocerlos.
Había chicas guapas, aunque nada comparado con Pau, ella era perfecta.
Los chicos parecían agradables, quizá se llevaría bien con ellos, y además… no podía
simplemente seguir siendo un amargado que prefiere la soledad. Ahora no había
motivos para ignorar a las personas.
-Escuchen chicos, se formaran los equipos deportivos, ¿Quién quiere
inscribirse en alguno?- pregunto la secretaria que miraba a Pedro se forma
insinuante cada que se cruzaban.
Varias personas levantaron la mano, incluyéndose el, entonces fueron
pasándoles una lista y se apuntó en Futbol, al menos así Agustín se sentiría
orgulloso.
-Hey… así que… ¿Sales con esa chica nueva? ¿Paula? -pregunto un chico al
lado de Pedro y casi todo el grupo se volteo para escucharlos.
-Así es. Es mi novia.- respondió Pedro con una sonrisa dejando claro que
solo era suya.
-¡Eso es suerte amigo! cuando la vimos creímos que acabábamos de conocer
una diosa griega.- dijo el chico y todos rieron.
-Creo que ella es mucho más hermosa que una diosa griega.- dijo Pedro y
los chicos asintieron.
-Lo es, lástima que está ocupada. ¿No te gustaría compartirla?.-
pregunto el chico y Pedro se rio irónicamente.
-No la verdad no planeo compartirla con nadie.- le dijo Pedro
-¿Pero no crees que ella cambiaria de opinión si me conoce? Es decir,
soy Austin Fletcher, capitán del equipo de Futbol, el más popular del colegio,
guapo y todas las chicas mueren por mí.-dijo Austin con suficiencia.
-Creo que ya no todas mueren por ti.- le dijo otro chico pelirrojo.
Entonces tanto Pedro como Austin y el resto de los chicos, notaron la
forma en que las pocas mujeres que había estudiando criminología, no le
quitaban la mirada a Pedro y estaban completamente encantadas con él.
-Un idiota no puede superarme.- dijo Austin molesto por no ser el centro
de atención.
-Yo creo que incluso la mierda te supera a ti.- le dijo Pedro con una
sonrisa sínica.
-No me quieres como enemigo.- le dijo Austin y Pedro se rio.
-Como digas.- le respondió, porque no sabía con quien se metía, no era
solo un chico más estudiando criminología, era un chico que tenía experiencia
en detener el crimen. Pedro si era para temerle a la hora de una pelea.
-Hola alumnos, buenos días.- dijo la maestra entrando y haciendo que
todos se sentaran, pero Austin no dejaba de lanzar miradas asesinas a Pedro. Y
todos sabían que Pedro había ido lejos tratándolo así, pero lo admiraban,
porque nadie nunca desafiaba a Austin, eran sus reglas.
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Sigue →
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