Capítulo treinta y
uno. –Let me die.
"Hace mucho
tiempo que me hubiera suicidado de no haber leído en alguna parte que es un
pecado quitarse voluntariamente la vida mientras pueda hacerse todavía una
buena acción. La vida es hermosa, pero la mía está envenenada para
siempre."
Por el amor de Dios.
La rubia le seguía por detrás intentando hablarle pero no había forma,
cuando Paula paró en su casillero, ella le empezó a hablar.
—Paula, déjame explicarte.
Ella negó con la cabeza, tomó sus libros y cerró el locker.
—Oh, vamos, no seas idiota y hablemos como personas.
Lo último que faltaba era que la persona que le había mentido, que la
había usado como un proyecto para ganar dinero le dijera que era una idiota.
Emma se retractó al segundo que abrió su boca, Paula tenía una sonrisa en la
cara, estaba totalmente enojada con ella. No pensaba perdonarla, ¿Cómo podría
hacerlo? Lo peor de todo fue que pensó en Pedro y como, en parte, le perdonó
hace tiempo… En sí era diferente la situación pero, ambos le habían lastimado.
— ¿Eres actriz en algún lugar, Emma? —Preguntó Paula mientras empezó a
caminar y ella le siguió.
—No, ¿Por qué lo…? —Se quedó callada, y bajó la cabeza. —Oh, mira…
—Oh, ¡No sigas mintiendo! Nadie engaña de esa manera sin ser actriz,
Emma. —Le pegó en el hombro como si estuviera jugando con ella. —Ojala te vaya
bien en tu vida siendo como eres.
— ¡Paula! —Le gritó, y ella se detuvo en seco. — ¡Vas a escucharme,
Paula!
Y esa era la Emma que ella conocía o pensaba que conocía, el punto es
que… por un momento, sonrió por recordar en cuantos problemas se había metido
porque ella le obligó a hacer cosas que una adolescente hace. Después, pensó en
aquella noche donde iban a cenar todos juntos y su sonrisa desapareció. Miró hacia
el cielo, estaba gris, iba a empezar a llover. Tal vez, al escuchar el sonido
de las gotas chocar contra el pavimento podía calmarla, solo tal vez.
—Vale, te escucho.
Emma tardó en hablar y Paula se estaba cansando.
— ¿Vas a hablar? ¡Estoy perdiendo la clase!
—Sé que tu papá me pagó para fingir que era tu amiga, pero cada consejo
o cada vez que te obligaba a hacer algo era porque, realmente quería que lo
hicieras, quería que vivieras esa vida que toda chica quiere porque, tienes las
posibilidades. —Dijo, y se acercó a ella. —Para mí eres una amiga, y estuviste
ahí para cuando yo te necesite, si no hubiera pensado que eras tal no te
hubiera contado mi historia.
Paula se quedó callada, espero por unos segundos más por si seguía
hablando pero no fue así, agarró con más fuerza sus libros.
— ¿Eso es todo?
Emma abrió la boca, atónita, esperaba algo como: “te perdono pero,
seguimos sin ser amigas.” “todo está bien, ¿vale?” no esperaba que ella le
dijera eso, así que solo asintió con la cabeza, y Paula dio media vuelta para
irse pero, ella aclaró su garganta, tenía una gran duda en medio de esta. Su
cabeza solía pensar y no sacaba ninguna respuesta, no podía inventar algo o
sospechar tendría que preguntarlo.
— ¿Por qué perdonaste a Pedro pero no me perdonas a mí?
Y esa pregunta… Esa pregunta no tenía respuesta.
Por ese pasillo justo pasó Pedro y se quedó mirando a Paula, quien lo
ignoró. Realmente tampoco quería hablar con él por más que ahora fuera a
evitarla, el hecho de que se hubiera ido en el peor momento, dolió. No se podía
confiar en las personas pero, las entendía y odiaba eso. Pedro quedó parado en
medio de Paula y Emma, miró a la rubia después a la castaña e iba a seguir
caminando cuando giró y fue donde Paula.
—Paula…
—No, no me hables.
Era irónico porque cuando le molestaba lo quería lejos, no le soportaba.
Pero, después aceptó eso, había empezado a llevarse bien y Pedro se fue, y eso
era cuando lo quería cerca para tener a una persona que la ayudara.
La vida no tenía sentido.
La vida de Paula no tenía sentido.
—Emma, a él nunca lo perdoné, nunca voy a hacerlo, puede que haya
aceptado que podemos intentar ser amigos pero, no, no acepté que él me dijera
lo siento, ¿entiendes? —Dijo, y miró a pedro, agachó su cabeza. Paula quería
llorar. Odiaba toda esta mierda de telenovela barata. —Tampoco puedo
perdonarte, es que… Sigo sin entender, te creí mi amiga —Se acercó. —, te conté
cosas que se las habrás dicho a mi papá, y eso no puedo perdonarlo.
—Nunca le conté nada que fuera muy personal, te lo prometo. —Su voz se
cortó. Ambas querían llorar. Pedro fue donde Paula, y le tiró del brazo.
— ¿Quieres decirme algo también?
—Lamento haberte dejado cuando más necesitabas a alguien pero, siempre
deseaste que te dejara de molestar y lo hice, solo que no entiendo por qué.
—Yo sí sé por qué, es muy fácil de saber.
Emma se acercó a ellos, quería escuchar de qué hablaban. Los ojos de
Paula se ponían más brillantes con el paso de los segundos, su mente le decía
que no llorara, que no soltara ninguna lágrima porque no lo merecían y trataba
de escucharla y hacerle caso por primera vez.
—Si a Emma mi padre no la hubiera contratado, nunca me hubiera hablado.
Y si tú, nunca hubieras sentido pena tampoco, y lo entiendo —Intentó sonreír
pero, hizo una mueca. —, nadie pero nadie quiere ser amigo de la chica que
algún día va a acabar con su vida.
Los dos se quedaron callados y entonces, Paula supo que su teoría estaba
en lo correcto. Solo había que pensarlo y analizarlo, su vida no era buena, no
era divertida, no era la típica chica adolescente, no salía, no bebía, no
disfrutaba. Ellos sí.
Miró hacia el pasado cuando su madre seguía con vida, y deseo, deseo más
que nunca que ahora ella estuviera viva, tal vez esto nunca hubiera pasado.
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________
Siento tanto la demora pero tuve algunos problemas.
Espero que les guste, Comente aca o en mi Tw @LoveClariego
¡Buenas Noches!
Wow q intensos los caps!!!! Buenísimos!! Cmo quisiera q PyP estén mucho más juntos, pero entiendo el rencor d Pau, espero q.todo se arregle entre ellos dos. Espero los prox bsos @GraciasxTodoPYP
ResponderEliminar