Capítulo veintitrés.— Let me die
“Es lo que está debajo
de tu piel, la belleza que brilla en el interior, tu eres la única que mueve mi
mundo, mi chica de portada”
Habían pasado dos semanas desde aquel último día, y Pedro no había aparecido nunca más en su casa, ni en su vida. Sandy seguía de la misma manera, y ahora que a él ya no le importaba más Paula, la novia de este le maltrataba del mismo modo que solía hacerlo.
Habían pasado dos semanas desde aquel último día, y Pedro no había aparecido nunca más en su casa, ni en su vida. Sandy seguía de la misma manera, y ahora que a él ya no le importaba más Paula, la novia de este le maltrataba del mismo modo que solía hacerlo.
Un día, llegó a su casa, con la ayuda de Emma, con la cara morada. La
rubia de su amiga no fue ese día a clases, y Sandy aprovechó la oportunidad que
se le apareció.
Paula recuerda que le había dicho que la dejase, que no podía respirar,
y Sandy le respondió: “—Soy como el diablo, siempre voy a seguirte…” Desde hace
días que esa frase merodea por su cabeza como un recuerdo de hace muchos años.
Era sábado, y Emma llegó de improviso a la casa de Paula con una bolsa
llena de maquillaje, la planchita para el pelo, y una rizadora. La castaña se
quedó atónita cuando vio a su amiga, además de que tenía una pequeña valija con
cosas… Paula pensó en que se iba de viaje y pasaba a despedirla pero no fue
así. Subió a su habitación, dejando algunas cosas en la cama, y otras en el
escritorio de madera.
Paula tenía muchos, muchos, muchos vestidos que nunca había tocado. Su
madre se los compró para que saliera de fiesta pero, era algo que a ella no le
fascinaba. Leer un libro, estar en la computadora o ir al parque eran ideas más
adecuadas a Paula, era algo tranquilo como su personalidad.
Sacó unos zapatos de fiesta, que eran muy altos, el taco debía de tener
quince centímetros, eran totalmente preciosos pero, la castaña de ojos cafés
nunca se los había probado, aún seguían en la caja. La cara de Emma cayó cuando
vio semejante belleza frente a sus ojos sin usar. Quiso pegarle a su amiga,
pero se resistió… Ese armario era el mundo perfecto para Emma.
Oh, lo era realmente.
—No entiendo qué diablos haces sacando todo esto, Emma.
—Hay una fiesta en de las casas de un chico que conocí hace tiempo,
teníamos algo, y al parecer… ¡Se acordó de mí! Me invitó a una fiesta de último
minuto, y por eso estoy aquí. —Suspiró, y tomó un vestido negro del ropero de
Paula.
— ¡Claro! Toma el vestido que querías… Papá tuvo un problema con el auto
en medio de la ruta, así que se quedará en un hotel hasta mañana, puedes venir
a casa después de la fiesta. —Sonrió, y se tiró a la cama a leer un libro que
había encontrado en la pequeña biblioteca de la casa.
—Nop, quiero que vengas conmigo… A la fiesta.
—No, gracias. —Respondió y siguió leyendo el fascinante libro.
Emma se lo sacó de las manos, y sin mirar hacia algún lugar, lo tiró, y
cuando escuchó el sonido del libro chocar contra algo, supo que lo había
lanzado fuera de la habitación ya que, la ventana estaba abierta.
— ¡Emma! —Le recriminó Paula, ella solo rió… Agarró un vestido, y se lo
tiró en la cara a Paula.
—Te cambias, Paula. —Le señaló con el dedo.
Iba a quejarse pero, Emma le calló. Estaba completamente decidida en
llevar a su amiga a una fiesta, emborracharse y después quejarse por las cosas
que hicieron… Le costaría sacarla de la casa, pero no iba a dejar que en su
adolescencia se quedara leyendo libros mientras tenía la libertad que tenía en
esa casa.
El vestido consistía en ser totalmente negro con una sola manga hasta la muñeca donde había algunos retoques, brillos plateados. El otro hombro era totalmente descubierto. La fiesta ya había empezado pero, siempre era mejor llegar tarde a ser la primera persona que entra en la casa del desorden. Emma sentó a Paula en una silla de la habitación, le vendó los ojos, y le empezó a peinar el cabello. Se lo planchó, y después le hizo un rodete con algunos mechones cayendo por su cara en forma enrulada debido al rizador.
El vestido consistía en ser totalmente negro con una sola manga hasta la muñeca donde había algunos retoques, brillos plateados. El otro hombro era totalmente descubierto. La fiesta ya había empezado pero, siempre era mejor llegar tarde a ser la primera persona que entra en la casa del desorden. Emma sentó a Paula en una silla de la habitación, le vendó los ojos, y le empezó a peinar el cabello. Se lo planchó, y después le hizo un rodete con algunos mechones cayendo por su cara en forma enrulada debido al rizador.
—No puedo creer que me obligas a hacer esto… Tú puedes ir sola, Emma.
—Lo sé, lo sé… Pero no quiero que pases toda tu vida diciendo: “Debí de
aprovechar la adolescencia.” La vida se vive solo una vez, y tú desaprovechas
la oportunidad que Dios te dio. —Sonrió, aunque Paula no pudiera ver su
sonrisa.
—Odio cuando te haces la inteligente, ¿sabías eso?
Paula se quedó mirándose al espejo mientras que Emma le esperaba abajo con las llaves del auto de Diego… Por primera vez, no se sentía fea. Le gustaba como el vestido resaltaba su cuerpo, aunque no tuviera la mejor figura, el maquillaje hacia que las fracciones de la cara fueran mucho más bonitas, sus ojos parecían totalmente enormes y llamativos, le encantaba. Sonrió al espejo, tomó una cazadora de la silla, y bajó las escaleras con los zapatos en mano… No se los pondría hasta llegar a la fiesta, eran altos y dolorosos pero como dicen: “La belleza cuesta.”
Al aparcar el auto a unas cuadras de la casa, se notó que el lugar era para que gente con mucha adquisición económica, autos últimos modelos, casas totalmente edificadas a la perfección, y hoteles de lujos a los alrededores… Bueno, era un barrio totalmente privado, había rejas alrededor de todo esto. La música se escuchaba a las cuatro cuadras de diferencias. Paula, se colocó los zapatos altos, y salió del coche. Emma le había enseñado, en dos horas, como caminar con los mismos sin caerte, y aunque no fue mucho tiempo, lo entendió bastante bien. La gente entraba para ir a buscar otro trago, y salía para tomar un poco de aire… El clima estaba lo bastante cálido como para ser una noche en Londres.
Paula se quedó mirándose al espejo mientras que Emma le esperaba abajo con las llaves del auto de Diego… Por primera vez, no se sentía fea. Le gustaba como el vestido resaltaba su cuerpo, aunque no tuviera la mejor figura, el maquillaje hacia que las fracciones de la cara fueran mucho más bonitas, sus ojos parecían totalmente enormes y llamativos, le encantaba. Sonrió al espejo, tomó una cazadora de la silla, y bajó las escaleras con los zapatos en mano… No se los pondría hasta llegar a la fiesta, eran altos y dolorosos pero como dicen: “La belleza cuesta.”
Al aparcar el auto a unas cuadras de la casa, se notó que el lugar era para que gente con mucha adquisición económica, autos últimos modelos, casas totalmente edificadas a la perfección, y hoteles de lujos a los alrededores… Bueno, era un barrio totalmente privado, había rejas alrededor de todo esto. La música se escuchaba a las cuatro cuadras de diferencias. Paula, se colocó los zapatos altos, y salió del coche. Emma le había enseñado, en dos horas, como caminar con los mismos sin caerte, y aunque no fue mucho tiempo, lo entendió bastante bien. La gente entraba para ir a buscar otro trago, y salía para tomar un poco de aire… El clima estaba lo bastante cálido como para ser una noche en Londres.
Había una entrada de un pasillo totalmente descubierto antes de pasar
por la puerta de la casa, a los alrededores había muchas parejas, muchos
chicos, y chicas tomando de su vaso de plástico, pero una persona llamó la
atención de Paula, un chico de ojos verdes con una camisa blanca remangada
hasta los codos, y unos pantalones informales negros estaba parado con un vaso
en su mano riendo con una chica que no era Sandy.
—No empezó bien la fiesta.
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Realmente me siento culpable por no haber subido durante todo este largo tiempo, creo que ni siquiera bastaría con subir 10 capítulos, espero que puedan disfrutar los tres capítulos que acabo de subir y hoy por la tarde estaré subiendo otros 3 capítulos. Mil disculpas
Espero que les haya gustado, comente aca o en mi Tw @LoveClariego
¡Buenas Noches!