CAPITULO 20
Pedro estaba en casa de su amigo Will, estaban conviviendo un rato y divirtiéndose, no habían comenzado a tomar nada, era demasiado temprano, entonces su celular comenzó a sonar, era un número desconocido. Colgó.
Pedro estaba en casa de su amigo Will, estaban conviviendo un rato y divirtiéndose, no habían comenzado a tomar nada, era demasiado temprano, entonces su celular comenzó a sonar, era un número desconocido. Colgó.
No dejaban de insistir
así que decidió responder.
-¿Quién habla?-
pregunto Pedro.
-Hola Pedro, ¿Soy Ryan me recuerdas? El amigo de Tom Felton.- dijo Ryan
y Pedro sintió como sus músculos se tensaban, sus amigos lo miraron extrañados
y él se puso de pie.
-¿Qué quieres?- pregunto Pedro.
-¡MIERDA NO LO METAS!-escucho un grito y entonces comprendió quien era.
-Mira imbécil… dime donde esta ella ahora mismo.- le dijo Pedro y Ryan
rio.
-Aquí conmigo, ella iba por la calle y únicamente la subí al auto. Pero
descuida. Te la devolveré, solo necesito que nos veamos, pon atención a la
siguiente dirección y nos veremos ahí. —le dijo Ryan.
Entonces le dio una dirección, Pedro la memorizo, sabia en donde
quedaba.
-Si tan solo la tocas….- le dijo Pedro amenazándolo pero Ryan colgó. Pedro
volvió al lado de sus amigos.- me voy.
-¿Qué? ¿A dónde?- pregunto Tony.
-Necesito hacer algunas cosas…- les dijo y ellos únicamente se
encogieron de hombros.
-¿Te vemos esta noche?- pregunto Will.
-No lo creo, adiós chicos.- les dijo y luego salió de ahí prácticamente
corriendo. No quería levantar sospechas.
Subió a su auto y comenzó a conducir rápidamente, Ryan tenia a Paula por
órdenes de Tom seguramente y eso no era nada bueno, tenía que encontrarla y
partirle la cara a Ryan, porque con Paula nadie se metía.
Y en ese instante Pedro e dio cuenta de algo, mientras conducía supo que
era imposible que ella dejara de importarle, porque en cuanto supo que era ella
inmediatamente supo que haría lo que sea por salvarla, porque la amaba
demasiado, más de lo que siquiera era posible.
Llego a la dirección que Ryan le dio, era una casa que según Pedro
estaba deshabitada, pero las apariencias engañan y así no levantaban sospechas.
Timbro y entonces una chica abrió. Parecía la que hacia el aseo de la
casa a juzgar por su atuendo.
-¿Donde esta?- pregunto Pedro sin molestarse en ser educado.
-En la sala, yo… me quedare por acá.- dijo la chica temerosa y Pedro
paso rápidamente, entonces vio a Paula sentada en un sofá y jugando con sus
manos, levanto la mirada y vio a Pedro.
-Lo siento.- se disculpó ella y Pedro le sonrió.
-Yo arreglo esto.- le dijo y luego miro a Ryan, camino hasta el, lo tomo
del cuello de la camisa y lo hizo ponerse de pie.- ¿Dónde está?
-¿Tom? Ni yo lo se.- le dijo Ryan con una sonrisa.
-¡NO MIENTAS! Esto lo hiciste porque él te lo dijo.- le dijo Pedro
aventándolo pero Ryan lo detuvo.
-Escucha antes que nada Pedro. Claro, esto lo hago por él. Solo debes
saber algo. Desde que llegaron a este lugar él lo supo y contrato unos de los
mejores agentes encubiertos para mezclarse con ustedes, pueden ser sus
profesores, sus compañeros o incluso sus mejores amigos. y ellos le han contado
todo sobre ustedes, que haces, donde viven y donde están siempre. Me conto su
plan, tú ya lo sabes, hacerlos sufrir, dañara a alguno de ustedes y blah blah.
El punto es que yo tenía que viajar aquí por un asunto, y me encargo hacer
esto. Él me dijo en donde iba a estar Paula y yo solo me dirigí a ese lugar,
pero todo lo hicimos para poder entregarte esto.- le dijo Ryan y Pedro tomo una
hoja que le entregaban y la abrió.
Lo único que había en esa hoja eran direcciones, varias direcciones,
pero no eran simples, eran direcciones de Londres, una por cada uno de los
amigos de los chicos, sus familias e incluso otros conocidos importantes…
-Así es Pedro, direcciones. Paula ya las vio, y créeme que por eso se
comporta tan bien. Ella si piensa y sabe que no debe hacer nada estúpido.
Porque ellos saldrán dañados.
-¿Eso es todo? ¿Saber que Tom sabe todo sobre nosotros y es imposible enfrentarlo?
¿Para eso la trajiste aquí?- pregunto Pedro.
-Solo eso un recordatorio.- le dijo Ryan riendo.
Pero dejo de reír cuando sintió un puñetazo en su cara y cayó al piso a
causa de un mareo que sintió de tan fuerte golpe.
Pedro lo puso de pie y lo volvió a golpear, 2 golpes en el abdomen, uno
en la cara.
-Dile a Tom, que si se mete con nosotros, va a terminar peor que todas
aquellas veces que lo golpee.- le dijo Pedro y entonces iba a dar otro golpe
pero Ryan lo detuvo y le hizo una llave, inmovilizándolo completamente y le dio
un golpe en el abdomen a Pedro y se rio.
-Ya no eres tan bueno creo.- le dijo Ryan, Pedro dio un giro y luego aventó
lejos a Ryan de una patada, lo vio tirado en el piso y comenzó a patearlo con
todas sus fuerzas mientras el chico del piso únicamente se quejaba sin parar, Pedro
lo levanto y lo aventó contra una pared.
-¿Que decías?- pregunto al ver como Ryan se tiraba al piso sin resistir más.
-¡ALTO!-grito la chica que limpiaba.
-Esto no se queda así.- lo amenazo Ryan y Pedro se rio.
-Dile a Tom que sea hombre, que se deje de sus agentes secretos y
amenazas, que venga el a enfrentarme y que gane el mejor.- le dijo Pedro y Ryan
ya no podía hablar más, todo le dolía.
Pedro se acercó a Paula le sonrió al verla completamente asustada y la
tomo la mano, acaricio su mejilla y luego salieron de la casa.
-¿Estas bien? Lo siento, soy un idiota, todo es mi culpa por no estar
contigo para cuidarte, te lo prometí y no lo cumplí…- le dijo él y ella negó
con la cabeza.
-Estoy bien. No es tu culpa. Solo estoy algo consternada. ¡Creí que ibas
a matarlo!.- le dijo ella y Pedro se rio.
-No es para tanto, pero si vuelve a acercarse a ti, lo hare.- dijo Pedro
y ella suspiro.
-Crees que enserio… ¿Les haga algo a nuestras familias y amigos?-
pregunto ella realmente preocupada y Pedro negó con la cabeza.
-Ellos saben protegerse y Tom no les haría nada o sabe que lo
descubriríamos.- le dijo Pedro, aunque sabía que era una gran mentira, a partir
de ahora, todo aquel que tuviera relación con ellos, estaba en peligro.
Subieron al auto y Pedro comenzó a conducir.
-¿Te lastimo?- pregunto ella preocupada y Pedro sonrió.
-No, no lo hizo.- le dijo con seguridad y ella miro por la ventana, no
sabía que más decir.
-Gracias por venir por mí, no debías.- le dijo ella y Pedro suspiro.
-No es nada.- respondió el y después ambos se quedaron en silencio,
Paula no sabía que se le decía a alguien que un día amo tanto y que había
cambiado hasta ser otra persona.
Llegaron a casa de la chica y ella bajo rápidamente y corrió hacia
dentro, él la siguió y la detuvo tomando su mano.
-Enserio, gracias por salvarme otra vez, pero esto no cambia nada.- le
dijo ella intentando soltarse, pero entonces sintió como él la ponía contra la
pares, se acercaba a ella y rozaba sus labios, pero Paula inmediatamente giro
su cabeza.
-Paula.... sé que hice mal, pero no quiero seguir así, quiero que
regresemos e intentemos que todo funcione nuevamente… te amo demasiado.- le
dijo Pedro y ella lo miro a los ojos, a esos ojos que tenían tal grado de
intensidad que la hacían perder la noción del tiempo.
- No podemos Pedro. No está en mí, ni en ti. Yo te amaba porque eras el
hombre más comprensivo, caballeroso, divertido, porque siempre pasábamos tiempo
juntos, hacíamos cosas geniales, me hacías enojar, peleábamos, me hacías
sonreír, nos reconciliábamos… por eso te amaba. Y siento mucho decir que tú ya
no eres así.
-Así que no me amas ya.- le dijo el con una triste sonrisa y ella
levanto su mano y acaricio su rostro mientras sentía como su corazón latía
rápidamente.
-Yo sigo amando inmensamente al antiguo Pedro, pero odio en lo que te
convertiste.- le dijo ella y el suspiro.
-¿Qué puedo hacer para recuperarte?- pregunto él.
-Nada.- le dijo ella.
-¿Y si te demuestro que el antiguo Pedro que amas sigue dentro de mí?-
pregunto él y ella lo pensó un momento.
-No se…
-Dame una oportunidad, solo una… seamos amigos, solo eso. Hagamos como
si acabáramos de conocernos, un nuevo comienzo, dejemos fuera todo lo que ha
pasado y empecemos de nuevo.- le dijo él y ella sonrió.
-Pedro yo…- dijo pero se quedó callada al mirarlo, con una sonrisa que
la había enamorado tanto, y es que su físico seguía tan intacto como siempre,
pero su forma de ser era otra…. Y aun así…
-Empecemos desde cero.- volvió a decir el acariciando el rostro de ella,
mientras moría solo por besarla y sentir su cálido cuerpo contra el de él.
Pau no respondía, únicamente lo miraba y el sospechaba que ella no
aceptaría y terminaría corriéndolo a golpes seguramente.
-Hola, soy Paula Chaves.- le dijo ella, estirando su mano y el sonrió y
la tomo.
-Hola, soy Pedro Alfonso, mucho gusto conocerte.- le dijo él y ella
sonrió.
Un nuevo comienzo quizá sería lo que ambos necesitaban, comenzar de
nuevo desde cero para ver si realmente seguían siendo los mismos o estaban
dispuestos a serlo para hacer crecer el amor nuevamente.
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Sigue →
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